
Por Raúl Melamed
Se rompió el culo por la revolución expresó con ahínco hace varios años. ¿Fue por eso o tuvo otra motivación?
“Comandante Coquito” es su apodo por imitar a Galaverna cuando este robó galletas y fariña de las provistas de los soldaditos en su paso por el ministerio del Interior. “Vulgar ladrón de galletas” dijo por su correligionario el finado Dr. Argaña. La diferencia está en que Camilo sobrefacturó los coquitos en la compra, de ahí el mote de “coquitos de oro”.
¿A quién engaña este fanfarrón que se vende como rabioso opositor al coloradismo y gran cuestionador del “statu quo”? A los idiotas e ignorantes que son muchos en general, pero en los medios de comunicación tienen la mayoría absoluta.
Solo los ignorantes temen a un tipo que tiene una ensalada en la cabeza y escupe mil contradicciones por minuto completamente acelerado, turbinado, como el torno del dentista.
Recuerdo lo dicho por Ricardito, el hijo de la cocinera, Celedonia, cuando un par de porteñitos almorzaron en mi casa hace mil años: “Demasiado rápido hablan, no se les entiende nada de lo que dicen”
¿Te das cuenta?
¿Anti-sistema? ¿Cómo pió? El camarada se pasa recorriendo medios del sistema a la vez que forma parte de paneles con los distintos hatos de ganado que tienen el sello de sus amos en la frente. ¿Oposición a qué? Siempre lo mismo, que el coloradismo, el stronismo, el imperialismo, el neoliberalismo, etc. Como el hámster en la noria.
No obstante, este zurdito revolucionario, trasnochado y averiado, ha logrado agitar algunos gallineros, como el de la muni por ejemplo. Allí traicionó escandalosamente al ex intendente, su compañero de causas pelotudas en la progresía.
Soares no es otra cosa que oposición contralada, funcional al sistema, es de guaú, bola, fake, así se gana la vida. Es una che Guevara light con los labios pintados de rosa como en la caratula del texto que comenzó la batalla cultural en este tiempo “El libro negro de la izquierda latinoamericana” de Agustín Laje y Nicolás Márquez. Kriptonita para los progres.
Con todo, creo que este “ladronzuelo” como lo calificó Luis Anibal Shupp, no calificó, valga la redundancia, para figurar en la lista de pagos de USAID como el finado Humberto Rubín estuvo en la de NED (National Endowment for Democracy, una de las caretas de la CIA). Deduzco que el EPP sí podría haber estado en el presupuesto de la recientemente cancelada organización de “ayuda” aunque Carmen Villalba no tenga idea, a lo mejor se entera mediante este artículo quienes fueron sus verdaderos patrones cuando que ella pensaba que los combatía. Pobrecita la zurdita.
Entonces, Camilo cambia y recorre los medios como el camaleón de color en distintas ramas, siendo siempre el mismo reptil con lengua de serpiente, pero sin ponzoña. Como espada de adorno, sin filo.
La pregunta es ¿Se rompió el culo por cual revolución? Creo que la que está solo en su imaginación. Me gustaría preguntárselo personalmente en un debate ¿aceptaría el desafío?