El PLRA hoy ni siquiera es un partido medianamente organizado, sin embargo, sus “nuevos lideres” ya hablan de candidaturas presidenciales. Los independientes no son más que una suma de nombres sin proyecto que seduzca ni plataforma que los sostenga. Sin estrategia, son simples coristas de los poderes fácticos enfrentados al Grupo Cartes y su empresa política, Honor Colorado, la única a la que las sanciones de EEUU no alcanzan y cuya totalidad de acciones siguen en poder de HC.

Faltos de audacia e incapaces de toda autocrítica, se empeñan en acomodar la realidad a un discurso que podía ser convocante hasta mediados de los ’90, pero que resulta totalmente ineficaz y obsoleto después de 35 años de expectativas democráticas no cumplidas.

El 64% de los paraguayos aceptaría un gobierno militar si las cosas se ponen difíciles y el 68 % apoyaría un gobierno NO DEMOCRATICO si resolviera sus problemas. ¿Saben esto los opositores? No, y si lo supieran, tampoco les importaría mucho.

Para ellos, todo pasa por el anti-coloradismo, la unidad y las denuncias contra la corrupción, el narcotráfico y las mafias, los sectores más productivos del país y de los que en mayor o menor medida todos forman parte.

¿ Y si aprovechamos el vedetismo y les ofrecemos llevar su guerra de egos al PRIME TIME, en formato reality? Por lo pronto, ya tenemos tres parejas posibles: la pareja “progre” compuesta por la “promesa del sur”, Ever Villalba y los que quedó del luguismo “Desesperanza” Martínez; la pareja “despareja” del “anarco-provocador” Payo Cubas y el “Churro Campaña” Salyn Buzarquis; y la “pareja sexy” del “joven revolucionario del este”, Miguel Prieto y la “Jedi insoportable”, Kattya González.

Armar el jurado es lo más fácil: el presidente debe ser (sin dudas) el embajador norteamericano, esa figura de paso momentáneo y desfachatada injerencia a la que medio país rinde obediencia y pleitesía. Un representante de las ONG para darle al concurso la transparencia (EVP sugeriría a Marta Ferrara) Un nexo entre la política y el espectáculo; Zuni Castiñeira. Un intelectual de peso como Benjamín Fernández Bogado y otra sofisticada como Milda Rivarola completarían el grupo de evaluadores.

¿El conductor? Kike Casanova, aunque podríamos evaluar la posibilidad de Luis Bareiro (Va con onda Luis, no te enojes)

Del otro lado de la pantalla los colorados, matándose de risa.