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Polémica

Los republicanos están divididos sobre quién presidirá la Cámara de Representantes de Estados Unidos

La Cámara Baja de Estados Unidos busca superar caos y elegir a su presidente

La Cámara de Representantes de Estados Unidos no ha conseguido elegir a su presidente tras dos vueltas de votación, algo inédito en 100 años, debido a divisiones entre los republicanos.

El republicano Kevin McCarthy, el gran favorito para sustituir a la demócrata Nancy Pelosi, no logró calmar la revuelta de un grupo de partidarios del expresidente Donald Trump, una muestra de las fisuras en este partido que controla la Cámara Baja por una ligera mayoría desde las elecciones legislativas de noviembre.

Los republicanos se proponen usar esa mayoría para abrir una serie de investigaciones sobre el presidente estadounidense demócrata Joe Biden, por ejemplo, sobre la forma en la que gestionó la pandemia de covid-19.

Pero antes tienen que ponerse de acuerdo sobre quién presidirá la Cámara de Representantes y seguirán votando hasta que lo consigan.

La elección del titular de la Cámara Baja, conocido como «speaker», la tercera figura más importante de la política estadounidense después del presidente y el vicepresidente, requiere una mayoría de 218 votos.

Una cifra que McCarthy no ha logrado alcanzar por el momento, después de dos rondas, debido a la oposición de una veintena de congresistas afines a Trump.

«Kevin no cree en nada, no tiene ideología», afirmó Matt Gaetz, que ocupa un escaño por Florida.

Y eso que la candidatura de McCarthy cuenta con un amplio apoyo dentro de su partido. De hecho, el anuncio de su nominación el martes en el hemiciclo fue recibido con una gran ovación de pie en las filas republicanas.

Pero se ve debilitado por el resultado de los republicanos en las elecciones de medio término de noviembre, que incumplió los pronósticos.

La elección de un presidente de la Cámara de Representantes podría decidirse en horas o semanas. En 1856 se tardó dos meses.

McCarthy parece dispuesto a hacer concesiones a los más conservadores para evitar que la historia se repita ya que en 2015 el ala derecha del partido ya le impidió ocupar el cargo.

Pero tampoco puede darse el lujo de ponerse en contra a los republicanos moderados.

Aunque su margen de maniobra es reducido, por el momento no tiene un rival fuerte. Como posible alternativa solo circula el nombre de Jim Jordan.

¿Beneficia a Biden?


Con la Cámara Baja bajo control de los republicanos, Joe Biden no podrá impulsar grandes proyectos, pero el campo contrario tampoco porque el Senado sigue en manos de los demócratas.

Para que se atrincheren en una oposición sistemática tendrían que estar unidos y en la votación del presupuesto en diciembre se vio que algunos republicanos votaron con los demócratas.

Con la elección del “speaker” la desunión salta de nuevo a la vista.

Y una Cámara hostil incluso podría beneficiarle si Biden confirma su intención de presentarse de nuevo a las elecciones presidenciales de 2024.

El presidente se cuida de comentar las divisiones republicanas. Su portavoz Karine Jean-Pierre aseguró que el líder demócrata no “se entrometerá en este proceso”.

En caso de parálisis legislativa culpará del bloqueo, muy probablemente, a los republicanos, con la esperanza de beneficiarse políticamente.

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