En base a sus resultados, Paraguay reconocería una deuda que sería amortizada en un plazo a ser determinado con la venta de energía a Argentina.

Sería el mismo modelo que se usó en la negociación con Brasil por Itaipú, que contempló en 2009 una subida de la tarifa de venta de la electricidad al Gobierno de Brasilia, que aceptó que en 2023 la deuda de Paraguay por la construcción de la hidroeléctrica sería nula, indicó.

"Es necesario un plan que haga viable Yacyretá de 10 a 15 años", dijo el senador del Partido Colorado.

Wiens destacó que si las aportaciones de Argentina se consideraran préstamos, sus intereses harían que los costos de funcionamiento de la represa sumaran 1.000 millones de dólares al año, mientras que sus ingresos son solo de 900 millones.

El director general de la Entidad Binacional que gestiona Binacional, el argentino Oscar Thomas, ha estimado que el "aporte" de su país a la obra fue de 6.400 millones de dólares.

El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, y el Ministro de Planificación de Argentina, Julio de Vido, iniciaron este miércoles la revisión del tratado que establece las condiciones de la gestión de la represa.

Wiens dijo que en esas conversaciones (además de poner en claro las cuentas) otra prioridad de Paraguay es lograr la cogestión de la hidroeléctrica.

"Paraguay tiene derecho porque es accionista al 50%", dijo.

Una vez que haya acuerdo en esos dos puntos, Paraguay trataría la realización de obras complementarias, algo de gran interés para Argentina, que desea aumentar la producción para así reducir su dependencia de la importación de combustibles.

El plan de ampliación contempla la instalación de tres turbinas, que se añadirían a las 20 existentes, la construcción de dos nuevas hidroeléctricas fronterizas, Itatí-Itá Corá y Corpus, y una tercera, Aña Cuá, que aprovecharía el vertedero actual de la presa en un brazo del río Paraná. /EFE-Nanduti